En Cómo Leer un Libro, Adler escribe que el término artes finas no hace referencia en primer lugar a la calidad de una obra, sino de su propósito. “Fino” procede de finis —el latín para “fin” o “meta”—, de modo que una obra de arte fina es cualquier producto cuyo fin es que se disfrute por ser lo que es.
Mis propios escritos o dibujos, pese a que quiero que la gente los disfruten, nunca son un fin de por sí. Siempre, sean lo que fueren mis otros propósitos, son de índole didáctica. Soy una clase de bárbaro distinta, y a causa de mi esfuerzo para refinarme. Qué ironía.
¿Tú qué opinas?