Después de todo, sabes, solo trajo a Aladino con él para conseguir la lámpara por un malentendido. Creía que no podría usar su poder mágico a no ser que alguien más se la diera. Qué regla más ridícula. Qué mago tonto, ¿cómo llegó a creerlo?
Mi chico se rio de mí, y empecé de nuevo a narrar, sintiendo muy orgulloso de mis habilidades mediocres de actuación.
¿Tú qué opinas?